La intención de su creación fue el extender al exitoso lenguaje de programación C
con mecanismos que permitan la manipulación de objetos. En ese sentido,
desde el punto de vista de los lenguajes orientados a objetos, el C++
es un lenguaje híbrido. Posteriormente se añadieron facilidades programación genérica, que se sumó a los otros dos paradigmas que ya estaban admitidos (programación estructurada y la programación orientada a objetos). Por esto se suele decir que el C++ es un lenguaje multiparadigma. Actualmente existe un estándar, denominado ISO C++, al que se han adherido la mayoría de los fabricantes de compiladores más modernos. Existen también algunos intérpretes, tales como ROOT (enlace externo). Una particularidad del C++ es la posibilidad de redefinir los operadores (sobrecarga de operadores), y de poder crear nuevos tipos que se comporten como tipos fundamentales. C++ está considerado por muchos como el lenguaje más potente, debido a que permite trabajar tanto a alto como a bajo nivel, sin embargo es a su vez uno de los que menos automatismos trae, con lo que obliga a usar librerías de terceros, como por ejemplo Boost (enlace externo) |
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