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Overclocking

Overclock es un anglicismo de uso habitual en informática. Literalmente significa sobre el reloj, es decir, aumentar la frecuencia de reloj de la CPU. La práctica conocida como overclocking (antiguamente conocido como undertiming) pretende alcanzar una mayor velocidad de reloj para un componente electrónico (por encima de las especificaciones del fabricante). La idea es conseguir un rendimiento más alto gratuitamente, o superar las cuotas actuales de rendimiento, aunque esto pueda suponer una pérdida de estabilidad o acortar la vida útil del componente.
Esta práctica se popularizó en los últimos tiempos, ya que no merecía la pena perder el componente por ganar unos pocos megaherzios. El overclocking ya está más avanzado y permite forzar los componentes aún más (muchas veces cerca del doble) sin que pase nada, siempre que tengan una buena refrigeración.
Este aumento de velocidad produce un mayor gasto energético, y por tanto, una mayor producción de calor residual en el componente electrónico. El calor puede producir fallos en el funcionamiento del componente, y se debe combatir con diversos sistemas de refrigeración (por aire con ventiladores, por agua o con una célula Peltier unida a un ventilador). A veces, los fallos producidos por esta práctica, pueden dañar de forma definitiva el componente, otras veces, pueden producir un reinicio que conlleva la pérdida de datos de las aplicaciones abiertas, o en algún caso, la pérdida del sistema de archivos entero.
Esta práctica está muy extendida entre los usuarios de informática más exigentes, que tratan de llevar al máximo el rendimiento de sus máquinas. Los consumidores menos atrevidos suelen comprar componentes informáticos de bajo coste, forzándolos posteriormente y alcanzando así el rendimiento esperado por los componentes de gama más alta. Por otro lado, los consumidores más fanáticos pueden llegar a adquirir componentes de última hornada para forzar su funcionamiento, y conseguir así pruebas de rendimiento inalcanzables para cualquier equipo de consumo. Por este motivo, la mayoría de los fabricantes decide no incluir en la garantía de su hardware los daños producidos por overclockearlos.
Hoy en día fabricantes de hardware producen sus productos desbloqueados para permitirles a los usuarios realizar overclock sobre los mismos. Es el caso de, por ejemplo, placas de video, microprocesadores, etc.

Refrigeración.

El calor es uno de los principales enemigos de todo aparato electrónico, por lo que debemos ocuparnos de eliminarlo en la mayor medida posible de nuestro sistema. Existen técnicas para aumentar la disipación de calor, pero requieren de conocimientos, algo de dinero y en ocasiones de imaginación.
En primer lugar debemos refrigerar el componente el micro en cuestión, aunque la tarjeta gráfica también puede calentarse bastante. Para ello, existe un disipador de calor sobre el micro, que absorbe el calor por su superficie y lo expulsa, ayudado por un ventilador para evitar que se estanque ese aire caliente cerca del micro. Cuanto mayores sean el disipador y el ventilador,
mejor. Existen ventiladores que permiten controlar su velocidad de rotación o la temperatura del disipador con el que están en contacto, algo realmente importante.
Otros dispositivos que pueden ayudar mucho cuando se realiza overclocking son las células Peltier. Estos curiosos aparatos son unas láminas que, al ser atravesadas por la corriente eléctrica, hacen que una de sus caras se enfríe, mientras que la otra se calienta (por lo que en esa cara resulta necesario seguir colocándo un disipador y un ventilador). Estos aparatos son muy eficaces, pero también caros, consumen mucha potencia eléctrica y son difíciles de encontrar . Por lo general, tendremos que acudir a sitios web en Internet (como www.3dfxcool.com o www.computernerd.com) donde podremos encontrarlos a buen precio junto con toda una serie de accesorios: resinas termoconductora para que el micro y el disipador hagan un buen contacto, ventiladores para tarjetas gráficas, ventiladores para disco duro...
De cualquier modo, todo esto no servirá de nada si no expulsamos el calor al exterior de la carcasa del ordenador. Hay que tener en cuenta que el disipador y el ventilador no hacen que el calor desaparezca, sólo lo trasladan de sitio, pero tan dañino es cerca del micro como acumulándose dentro de la carcasa sin poder salir.
Para que la refrigeración sea perfecta, lo ideal es tener un ventilador que introduzca aire frío y otro que lo expulse. En un equipo normal, la fuente de alimentación suele sacar el aire caliente, pero no suele haber un ventilador de entrada. Así que será conveniente comprar un ventilador e instalarlo en la parte frontal de nuestro ordenador, donde generalmente ya hay unos taladros preparados para un ventilador de 8x8 cm.
En cualquier caso, no olvidemos dos puntos: uno, que el aire caliente sube, así que la salida de aire debe estar arriba (NUNCA situada debajo de la entrada de aire frío); y dos, que existen pocos esquemas de ventilación tan efectivos y baratos como abrir la carcasa del ordenador. No es muy estético (bueno, hay gustos para todos), pero funciona muy bien.
Debemos de tener en cuenta, que al aumentar la frecuencia de reloj también aumentamos el consumo de energía, y que al añadir ventiladores podemos sobrepasar la capacidad de la fuente de alimentación.

Problemas con el overclocking.

El problema principal es que simplemente el ordenador no funcione. Subir la velocidad a un procesador no es magia: Puede resultar, pero puede no hacerlo. Si forzamos el micro demasiado, normalmente se negará a arrancar, tendremos bloqueos ocasionales o algunos programas no funcionarán, etc. Además, en caso de que funcione en primera instancia, puede ocurrir que más tarde el micro de problemas debido a tres características de los circuitos electrónicos:
  • Aumento del calor: Al aumentar la velocidad de funcionamiento, aumentamos la cantidad de electricidad que pasa a través del circuito, y por consiguiente, el calor que desprende el mismo, que en caso de ser excesivo puede ocasionar fallos e incluso defectos permanentes en el chip.
  • Electro-migración: Éste es un concepto algo ambiguo. Se sabe que las mayores velocidades de funcionamiento causan una especie de erosión de los circuitos del micro. Esta erosión puede causar defectos con el tiempo y, obviamente, forzar un procesador a una frecuencia mayor puede acelerar mucho este proceso. Sin embargo, no está claro que este proceso sea determinante en la (breve) vida de un microprocesador.
  • Alteración de la configuración global del equipo: Forzar la frecuencia del micro implica en muchos casos aumentar la frecuencia de otros componentes: memoria, placa base, tarjeta de vídeo.
  • Garantía del equipo: Realizar overclocking sobre el procesador o modificar la configuración “de fábrica” de cualquiera de los componentes internos del mismo comporta la pérdida automática de la garantía.
Por todo ello hay que tener en cuenta que podemos dañar gravemente al ordenador, al hacerlo funcionar muy por encima de sus posibilidades.

Fuente original
http://es.wikipedia.org/wiki/Overclocking
Esta información esta sometida a la Licencia de documentación libre de GNU
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